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14 de enero de 2018
Vacaciones 2018: Para CAME el movimiento es mejor que el año pasado
Durante las dos primeras semanas del año 5,7 millones de personas viajaron por Argentina. A pesar que 1,5 millones partieron a Uruguay, Brasil y Chile, el período viene mejor que el 2017. Hay precios para todos los bolsillos, comer, dormir y cargar combustible, sale lo mismo o menos en la Costa Atlántica que en las playas de países vecinos.
La Cámara Argentina de la Mediana Empresa brindó un pormenorizado informe respecto al saldo que dejó la primera quincena de este período de vacaciones 2018. La temporada viene presentándose con comportamientos atípicos ya que los turistas viajan más salteado con estadías cortas pero con una o dos frecuencias en la estación veraniega, buscan playa, seguridad, precio, calidad, propuestas culturales y recreativas, además de cercanía.
En función de esas variables el balance para la Argentina no está siendo malo. En los primeros quince días del año viajaron 5,7 millones de turistas por las diferentes ciudades del país, 6% más que en la misma época del 2017. Se registró una estadía promedio de 4,3 días (algo menor de lo habitual) y un gasto diario aproximado de $920, se llevan gastados $22.400 millones, 28,5% más que en la primera quincena de enero 2017.
Para CAME, las ventas minoristas se mueven poco ya que las familias compran reducido todo lo vinculado a rubros que no hacen a sus vacaciones y eso se nota en las calles, que si bien están repletas de gente, pocas circulan cargando bolsas. Los bares y restaurantes se mantienen con buena actividad.
Uno de los factores que están incidiendo en las bajas ventas, es que los horarios de salidas de los turistas a las zonas céntricas son cada vez más tarde por cuanto en ciudades como Mar del Plata los comercios, al observar esta tendencia, rápidamente ampliaron su horario de apertura hasta la medianoche e incluso hasta la 1 de la madrugada.
La Cámara de la Mediana Empresa asegura que la primera quincena podría haber sido mejor si no fuera porque 1,5 millones de turistas se fueron a veranear a las playas uruguayas, chilenas o brasileñas. Sólo a Uruguay se estima que habrían llegado 750 mil argentinos en la primera quincena, que es la más fuerte, y a Brasil 400 mil.
A diferencia de lo que parece, los destinos no se estarían eligiendo en función de conveniencia de precios, sino de gustos y cercanías. Por ejemplo, en comida y combustible, Argentina tiene mejores precios que los países vecinos, y en alojamiento no hay grandes diferencias.
Donde sí hay grandes brechas es en electrónicos, calzado y textil, donde Brasil y Chile se imponen como una gran opción para los que buscan vacacionar y hacer shopping.
El turismo en 2018 se está moviendo muy regionalmente. Chile se está ganando al turista de la zona cuyana que busca playas cercanas. Por su parte, Brasil y Uruguay al del Litoral, ya que busca playas más templadas. Y Miami al de mayor poder adquisitivo, que elige turismo-shopping.
Para una familia de cuatro personas, dos adultos y dos menores, que vive en Ciudad de Buenos Aires, viajar una semana a Mar del Plata es 9% más barato que hacerlo a Punta del Este, 11% más económico que Florianópolis, 36% respecto de Santiago de Chile y 75% más barato que Miami.
Pero saliendo desde San Juan, Santiago de Chile es 20% más económico que Mar del Plata y cuesta 20% menos que Santa Teresita o incluso que Villa General Belgrano.
Las principales características de esta temporada que surgen de la primera quincena son:
Según el informe de CAME, el verano se presenta con aumentos de precios promedio del 20%. Pero hay presupuestos para todos los bolsillos. En balnearios como Las Grutas, donde la ocupación es casi plena, para una familia de dos adultos y dos menores, el valor medio de un buen alojamiento céntrico ronda los $20 mil (para una semana de hospedaje). Pero se pueden conseguir desde los 14 mil pesos en adelante.
Lo mismo ocurre con los importes de gastronomía, a unas cuadras del centro se consigue una pizza grande de mozzarella a partir de $130 o una hamburguesa completa por $110. Aunque llegando al sector peatonal, la pizza no baja de los $200. Lo mismo sucede con las pastas: en la zona de playa un plato de ravioles cuesta $110 y en la peatonal arranca en $160.
Si hay una ciudad donde la variabilidad de precios es enorme, esa es Mar del Plata. Hay valores para conformar a familias de alto poder adquisitivo y también a aquellas de ingresos bajos que hacen un esfuerzo económico para salir a veranear. Este año, La Feliz volvió a ponerse de moda entre los jóvenes y la temporada viene bien. Los negocios también se acomodaron a las nuevas costumbres de los turistas, que salen de compras y de paseo muy tarde y ampliaron su horario comercial. Eso ayuda, aunque igual la venta es floja.
Para la CAME, la seguridad es un motivo que aleja al visitante de la costa argentina y la cambia por Punta del Este. Además, incide que las playas de Uruguay son más templadas y menos ventosas. Eso las hace algo más atractivas a igualdad de condiciones (distancia, precios y propuestas de playa).
Por ejemplo, Uruguay siempre fue una mejor alternativa que la Costa Atlántica para las familias que viajan desde el Litoral (Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Santa Fe, principalmente). En el puente Gualeguaychú-Fray Bentos, sólo el 30 de diciembre ingresaron 15 mil personas, 50% más que el mismo día del 2016, mientras que en la última semana del año pasado fueron 55 mil pases.
Brasil, en tanto, capta el viajero que sale del Litoral. Especialmente Florianópolis, que concentra el 25% del turismo argentino que llega a ese país. Por el paso Alba Posse-Porto Mauá, que une a la provincia de Misiones con Brasil, entre el 3 de diciembre de 2016 y el 3 de enero de 2017 pasaron 3.960 personas. Pero en el mismo lapso del 2017/18 pasaron 7.644. El cruce vehicular se realiza cada 30 minutos mediante balsa.
Por su parte, Chile sigue atrayendo intensamente a los visitantes argentinos. Las cifras difundidas recientemente por la Subsecretaría de Turismo trasandina sorprendieron. Primero, porque durante 2017 llegaron 6.449.883 visitantes extranjeros, de los cuales 3.323.771 fueron argentinos (el 51,53%), un 14,6% más que el año anterior. Segundo, asombraron los 4200 millones de dólares que gastaron (cifra preliminar). Así, por ejemplo, el Paso de Agua Negra, por San Juan, a un mes de su apertura (diciembre 2017) vio cruzar a 5.029 turistas, equivalente a un 74% más de flujo que durante el mismo lapso de la temporada pasada. El pico se presentó en las vísperas de Navidad y Año Nuevo, cuando circularon en promedio 1500 personas por día.
Lo que se está notando este año es cómo Argentina perdió participación en el turismo joven y en el internacional, dos nichos que suelen ser determinantes en una buena temporada. En la Costa Atlántica, para abaratar y hacer la estadía acorde al presupuesto, las familias prescinden de las carpas, que siempre fueron un factor problemático por los costos excesivos.
En Pinamar, por ejemplo, alquilar una carpa sale entre $900 y $1800 por día, cuando en Río de Janeiro cuesta $60. La gente ya no alquila carpas todo el mes.
Las localidades costeras están concentrado buena parte del turismo nacional. Pinamar y Cariló están entre las ciudades más caras, aunque buscando se pueden conseguir precios más accesibles. Un hotel céntrico de 3 estrellas de condiciones similares, con pileta, spa y desayuno, se adquirió desde $3500 a $5600 la noche. Pero con menos servicios, desde $1700. La ciudad cabecera del partido logró ocupación casi plena de jueves a domingo, aunque estuvo menos poblada el resto de los días.
Hubo buen movimiento en esta primera quincena de vacaciones en ciudades de la Patagonia, San Luis, Córdoba, Mendoza e gualmente para las localizadas sobre el río Uruguay.