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7 de noviembre de 2024

Recuerdan que el 12 de noviembre será feriado en La Rioja

La fecha recuerda el fallecimiento del caudillo riojano, Ángel Vicente Peñaloza, y el mismo es de carácter inamovible, ya que está establecido por ley. En esa jornada no habrá ningún tipo de actividad administrativa y las áreas esenciales deberán garantizar la correspondiente prestación de los servicios.

El gobierno de La Rioja recuerda que este martes 12 de noviembre será feriado provincial inamovible, tal como lo establece la ley 10.298, en conmemoración del fallecimiento del caudillo riojano Ángel Vicente Peñaloza e informa que "cada administración garantizará la prestación de los servicios esenciales".

La norma, sancionada el 22 de Octubre de 2020 y publicada en el Boletín oficial, el 22 de Noviembre del mismo año, modificó la Ley 9955 y queda redactada, en su Artículo 1°: "Decláranse Feriados Provinciales los días 24 de marzo, 20 de mayo, 4 de agosto, 12 de noviembre y 31 de diciembre de cada año con motivo de celebrarse el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, Día de la Fundación de La Rioja, Día del Aniversario de Fallecimiento de Monseñor Enrique Angelelli, Día del Aniversario del Fallecimiento de Ángel Vicente Peñaloza y el Día del Tinkunaco Riojano, respectivamente".

Ángel Vicente Peñaloza, había nacido en Guaja, provincia de La Rioja el 2 de octubre de 1798 en un caserío a la vera de la ruta provincial 29. Era de mediana estatura, tez blanca, ojos azules y pelo rubio, de bisabuelo aragonés y de una antigua familia riojana.

En 1822 se había casado con Victoria Romero, una chica de una familia de buen pasar de Tama. Tuvieron una hija, Anita y adoptaron a un varón, Indalecio, huérfano de un familiar y en el combate de La Ciudadela fue ascendido a teniente coronel. Siguió enlazando cañones y su fama y arrojo lo llevó a ser jefe de la escolta de Juan Facundo Quiroga.

El 12 de noviembre de 1863 era jueves y llovía. El caudillo estaba tomando mate bajo el alero de un galpón. Al ver llegar a Vera, que le ordenaba rendirse, el Chacho respondió: Estoy rendido -y le alcanzó su daga, que tenía grabada la frase: “El que desgraciado nace entre los remedios muere” y le añadió "no tengo más armas".

Luego de haber sido derrotado en Caucete, se sentía viejo y cansado. Enviaron un chasqui a informar a Irrazábal -que tenía el mandato de Sarmiento de perseguir a las fuerzas del líder riojano- y quedó en custodia de dos centinelas.

-¿Quién es el bandido del Chacho? -preguntó, agitado, Irrazábal cuando llegó a todo galope a las 9 de la mañana acompañado por cinco soldados.

-No soy ningún bandido, soy el general Peñaloza -respondió.

Ordenó que dos soldados lo amarrasen por la espalda y le hundió una lanza en el pecho. Peñaloza se desplomó sin un quejido. En medio de los alaridos de su esposa, ya moribundo lo ataron a un horcón de algarrobo y los soldados lo remataron a disparos de fusil. Luego le cortaron la cabeza y la colocaron en una pica en la plaza del pueblo de Olta (Cabecera del Dpto. Gral. Belgrano).

El gobierno condenó la ejecución. Sostuvo que su vida, pasado el combate y hecho prisionero, solo correspondía a la justicia y a las autoridades. Sin embargo, no se procesó al mayor Irrazábal. De acuerdo a algunos historiadores se lo obligó a pedir la baja y a abandonar el país; otros, lo dan revistando en el ejército en el interior. Irrazábal recibió una carta del propio presidente Mitre, reprochándole que con su conducta había manchado al Ejército.

El capitán Vera fue abrazado efusivamente por Sarmiento cuando viajó a San Juan a contarle personalmente el fin del Chacho. De todas formas, este asesinato provocó un desgaste en su gestión y Sarmiento renunció en 1864.

Días después de su ejecución, dos ancianas rescataron la cabeza y la enterraron al costado de la capilla, en tanto que su esposa terminó en la cárcel y salía engrillada, junto a los demás presos, a barrer la plaza del pueblo. En vano reclamó los bienes que le habían incautado y le pidió ayuda a Urquiza, sin obtener respuesta. Murió en 1889, añorando los viejos tiempos de las montoneras en defensa del federalismo.

 



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