A 22 días del comienzo de las clases, se vuelve a producir una pregunta que todos los últimos meses de febrero preocupa a los padres y a los chicos: ¿Las clases empezarán cuando corresponden?. Algunos especulan que este problema comience a tener una respuesta el próximo jueves 15, al menos en la provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40 por ciento de la matrícula escolar nacional. Pero en otras provincias del país la situación se presenta difícil, como es el caso de Santa Cruz, donde el año pasado se perdieron 115 días de clases.

La discusión salarial será, como siempre, la clave para iniciar a tiempo las clases y en este punto, el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, envió ayer un mensaje contundente al poner como ejemplo el acuerdo paritario alcanzado en la provincia de Misiones, con un aumento para todo el año del 15,5 por ciento. "Esa es la pauta que esperamos en el resto de los distritos", aseguró el ministro.

Lo que espera Finocchiaro no concuerda con lo buscado por algunos gremios docentes, cuyas aspiraciones están en el orden del 20 por ciento de aumento más una cláusula gatillo, por si la inflación anual supera ese acuerdo. Una aspiración a la que difícilmente se unan las distintas administraciones provinciales.

"Cada provincia hará su mejor esfuerzo en la paritaria. Por eso soy optimista con que el inicio de las clases sea en marzo", agregó Finocchiaro. Más allá del optimismo, el ministro criticó a los sindicatos que "todavía no se han sentado en una mesa y ya rechazan una oferta que jamás se les ofreció. Hay gremios que se van a sentar y otros que no sé qué van a a hacer". Y fue durísimo con la conducción de Ctera , al considerar que "cada vez más es un partido político". "Durante doce años les hicieron creer que eran los dueños del sistema educativo", aseguró.

La semana pasada, el gobierno recibió a los gremios docentes nacionales para retomar el diálogo después del decreto que excluyó una negociación paritaria a nivel nacional y modificó la composición de la mesa en la que se discute el convenio nacional de los maestros. Allí se produjo una fractura en los gremios docentes: se sentaron en la mesa la Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) y la Confederación de Educación Argentinos (CEA). Pero la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), rechazó y denunció el encuentro, anunciando que el 28 de febrero realizará un congreso en que podrían decidirse medidas de fuerza, si el gobierno nacional no reabre la paritaria nacional.

Este es otro de los temas que preocupan a las distintas administraciones, ya que cualquier acuerdo a nivel provincial podría verse afectado si por el desacuerdo en las negociaciones en la mesa nacional, Ctera convoca a un paro. Quizá por eso mismo el ministro Finocchiaro fue tan contundente en su crítica a este gremio, al que directamente acusó de actuar con ambiciones políticas más que preocuparse por defender los intereses de sus representados.

Más allá de la provincia de Buenos Aires y Santa Cruz, las negociaciones se presentan difíciles en las provincias de La Rioja, Entre Ríos, Neuquén, Tucumán, Tierra del Fuego y Chubut. En cambio, habría un principio de acuerdo en los distritos de Mendoza, San Juan, Corrientes y Santiago del Estero.