POLITICA
25 de enero de 2024
“Los voy a dejar sin un peso”
En la reunión de Gabinete el Presidente advirtió sobre cortar las partidas presupuestarias a las provincias si los diputados no acompañan el proyecto oficialista.
Este jueves el presidente Javier Milei estalló contra los gobernadores, sin distinción partidaria, y asestó amenazas hacia los mandatarios de Unión por la Patria como los de Juntos por el Cambio. Tras las fracasadas negociaciones del oficialismo con legisladores durante este miércoles, parazo nacional de por medio, sin dictamen por la "ley ómnibus", y los tuits del ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, Milei explotó: "Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos".
El titular de Economía había lanzado ayer una dura advertencia a los gobernadores al anticipar que si sus diputados no acompañan la aprobación de la Ley Ómnibus, se acabarán las partidas discrecionales del Poder Ejecutivo Nacional a las provincias. Algo parecido, con el mismo sentido, había expresado el vocero presidencial. Ambos fueron acusados por amenazar a todos aquellos que no apoyan su medida.
Al respecto, Adorni aclaró: “No es una amenaza, es la confirmación que vamos a cumplir con el mandato que nos han dado la mayoría de los argentinos de equilibrar las cuentas fiscales para terminar con décadas de inflación y flagelo económico”.
El presidente está sumamente preocupado porque, al ser economista, conoce perfectamente cuáles son las variables que el gobierno necesita para poder cumplir con la meta central del acuerdo con el FMI, que es un superávit del 2% al cierre de 2024.
Para alcanzar esa meta, el Gobierno necesita, de alguna manera u otra, recaudar más dinero. Y hay cuestiones de la Ley de Bases que son fundamentales para eso. Por ejemplo, la subida de retenciones, que es el tema central de debate con los bloques opositores racionales, sobre todo con la UCR, con el PRO y con Hacemos Coalición Federal.
El gobierno entiende que si las modificaciones que esos bloques proponen sobre la ley finalmente se llevan a cabo en la votación en particular, se pondría en riesgo el cumplimiento del acuerdo con el Fondo. Las retenciones son una herramienta recaudatoria muy importante para el Estado, por lo cual las necesita al menos durante un tiempo para poder cumplir con el Fondo Monetario.
Desde las provincias dejaron traslucir sus quejas y su preocupación por lo que, deslizaron, consideraban un tipo de extorsión de parte del Ejecutivo a pesar de que instruyeron a sus diputados para dar dictamen al proyecto.
Las arremetidas del Gobierno ocurren porque no tiene los votos para la votación en el recinto, que tenía planeado celebrar hoy, jueves, o, a más tardar, el fin de semana. Sin embargo, debió postergarla para el martes que viene, y ni siquiera está asegurado el orden del día para entonces. El PRO, sectores del radicalismo, de Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal acompañaron con disidencias y no hay acuerdo aún para que salga el capítulo sobre retenciones, clave para alcanzar la meta fiscal que persiguen los libertarios.
El Gobierno considera que ya hizo todas las concesiones que podía al eliminar el aumento de retenciones al 15% para todas las economías regionales, y creía que los gobernadores y los bloques dialoguistas acompañarían la suba del 15% a las exportaciones industriales y el aumento de la alícuota para los derivados de soja, el trigo y el maíz, clave para incrementar la recaudación.
Pero esta semana recibió la noticia de que había nuevas exigencias. Desde PRO como el bloque de Pichetto propusieron que no se toquen las exportaciones y que se avance, en cambio, sobre los 30 regímenes especiales que rigen, por ejemplo, industrias como la del champagne, los autos de lujo y la economía del conocimiento.