DEPORTES
11 de octubre de 2025
Cremaron a Russo y parte de sus cenizas se esparcirán en la cancha de Central

Los restos del histórico director técnico Miguel Ángel Russo descansan en el Cementerio de Pilar, donde fue cremado y parte de sus cenizas serán esparcidas en el estadio de Rosario Central. Su hijo, Ignacio, decidió jugar el partido de Tigre frente a Newell´s y marcó un tanto.
Este viernes, el cuerpo del ex técnico fue retirado de La Bombonera, donde se llevó a cabo su velorio en el que hinchas del fútbol lo despidieron el jueves y su familia al día siguiente.
Russo, quien falleció el miércoles a los 69 años luego de una larga lucha contra el cáncer, fue despedido con innumerables muestras de dolor por parte de simpatizantes de Boca así como otros tantos equipos del fútbol argentino, además de sus familiares y seres queridos.
Al velatorio de Russo concurrieron los planteles de Boca, Rosario Central, San Lorenzo, representantes de Estudiantes de La Plata y muchísimos aficionados que lucían camisetas de los clubes en los que el histórico director técnico trabajó.
"Russo, Russo querido, lo que hiciste por Boca, no se olvida en la vida", cantaron los simpatizantes xeneizes cuando el féretro comenzó a egresar de La Bombonera rumbo a Pilar.
Su hijo anotó para Tigre
A poco tiempo despedir a su padre, el entrenador Miguel Ángel Russo, en el velatorio realizado en la Bombonera, su hijo Ignacio Russo decidió jugar con Tigre en el enfrentamiento ante Newell's y convirtió un gol que festejó de forma emotiva.
Desde el “Matador” le ofrecieron al delantero no jugar y tomarse el tiempo necesario, pero el futbolista declinó: “Voy a jugar, él hubiese querido eso. Si no, se levanta y me caga a puteadas”.
El encuentro tuvo un inicio cargado de emoción, ya que en el minuto de silencio, en memoria del histórico entrenador argentino, Ignacio no pudo contener las lágrimas, se arrodilló en el césped, con la mirada al cielo, mientras sus compañeros y los propios jugadores de Newell’s lo rodeaban para acompañarlo.
A los 21 minutos del primer tiempo, Russo marcó el primer gol del partido, luego de aprovechar un pase de David Romero y definir con el arco vacío. No hubo festejo eufórico, solo un abrazo interminable con sus compañeros y un llanto incontenible que recorrió todo el estadio.
En medio de la emoción, Ignacio se levantó la camiseta y mostró el tatuaje que lleva bajo el pecho: “Todo se cura con amor”. Esa frase, pronunciada por su padre en 2017 cuando dirigía a Millonarios en Colombia y hablaba de su lucha contra el cáncer, hoy quedó inmortalizada en el mundo del fútbol.