INTERNACIONALES
8 de mayo de 2025
El mundo celebró la llegada del sucesor de Francisco: Robert Prevost es León XIV

El cardenal Robert Francis Prevost Martínez, de 69 años, fue electo como el 267 Papa de la Iglesia Católica y es el sucesor del argentino Jorge Bergoglio.
En apenas cuatro votaciones, los 133 cardenales reunidos en el cónclave eligieron al sucesor de Francisco. El nuevo líder de la Iglesia Católica es Robert Francis Prevost, de 69 años, quien se convierte en el papa número 267 y en el primero de la historia nacido en Estados Unidos.
Prevost adoptó el nombre de León XIV y como ocurre con cada nuevo pontífice, el nombre papal funciona como una hoja de ruta simbólica. En este caso, al elegir llamarse León XIV, Prevost establece vínculos con figuras claves de la historia de la Iglesia y deja entrever la impronta que podría marcar su pontificado.
Prevost mantiene el perfil de liderazgo eclesial promovido por el pontífice argentino y era uno de los nombres que resonaba con fuerza durante el cónclave: cercano a las periferias, políglota, y con experiencia pastoral fuera del eje tradicional europeo.
Nacido en Chicago en 1955, y criado en una familia católica de raíces obreras, Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en su juventud, impulsado por una vocación misionera que se consolidó con sus estudios de filosofía y teología en la Catholic Theological Union y posteriormente en Roma, donde se doctoró en Derecho Canónico.
Fue ordenado sacerdote en 1982, y pronto comenzó una trayectoria que lo llevaría fuera de Estados Unidos, alejándolo del confort del ámbito académico para ponerse al servicio de las periferias.
Sus primeros años ministeriales lo encontraron en Perú, donde ejerció como misionero en una región pobre del norte del país, en la diócesis de Chulucanas. Allí desarrolló una pastoral centrada en la cercanía, la formación de comunidades y la defensa de los derechos humanos, experiencia que marcó profundamente su perfil: un religioso comprometido con la realidad social de América Latina, que aprendió a conjugar el rigor doctrinal con una mirada pastoral atenta a los más vulnerables.
Desde 2023, ocupa el estratégico puesto de prefecto del Dicasterio para los Obispos, un rol que lo convierte en el principal asesor del pontífice en la designación de obispos en todo el mundo. Esa función, además de la confianza explícita de Francisco, le ha dado un lugar privilegiado en la estructura de poder vaticana.
En cuanto a su estilo, se lo puede describir como sobrio, de tono pastoral antes que político, mientras que su perfil público es discreto, aunque no exento de influencia: en voz baja, construyó redes tanto en América como en Roma.
Prevost también carga con controversias, dado que durante su tiempo en Perú, su gestión fue cuestionada por presunto encubrimiento en algunos casos de abusos dentro de su diócesis. Aunque no hay cargos formales, las denuncias mediáticas han manchado su imagen, especialmente entre los sectores que reclaman mayor transparencia en la Iglesia.
El tiempo de Robert Prevost en Perú
Prevost, de 69 años y nacido en la ciudad estadounidense de Chicago, llegó a Perú en una misión agustiniana en 1985, tan solo tres años después de ordenarse sacerdote y regresó en 1988 para dirigir el seminario agustiniano de la ciudad norteña de Trujillo durante diez años.
En 2014 volvió al país como administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo y luego fue obispo de esa localidad del norte peruano.
También formó parte de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) entre 2018 y 2023, de la que fue vicepresidente segundo, y fue administrador apostólico del Callao, la provincia portuaria anexa a Lima, entre 2020 y 2021.